viernes, 2 de diciembre de 2011

Entrevista a Benjamín.

Bajo los argumentos  y los postulados teóricos anteriormente presentados en el desarrollo del problema psicosocial que deseamos abordar, creemos pertinente considerar algún testimonio que de cuenta sobre algún punto de la temática abordada.
Es de esta forma como llegamos a Benjamín, quien es un estudiante de Ciencia Política y desde temprana edad ha sido un participante activo dentro del movimiento estudiantil chileno.  El nos concedió una entrevista mediante la cual nosotros buscábamos tener un testimonio vivo desde el relato de un actor de constante presencia en el desarrollo del movimiento estudiantil.
Benjamín, como nos cuenta desde un principio, asume un rol de permanencia en el movimiento estudiantil desde hace ya algunos años y manteniéndose de esta forma hasta la actualidad, reconociendo participación tanto en entidades organizativas, como también en prácticas de resistencia.
Cuando nos habla de sus comienzos en el movimiento estudiantil nos cuenta: “Bueno,  mi interés por participar en el movimiento estudiantil nace desde el Hip Hop, como a eso del 2003 , 2004, en donde era más bien una práctica más rebelde que organizativa, pero siempre con un fuerte descontento hacia el sistema capitalista y el tipo de relaciones sociales que este tiene. Ya en el 2006 toma un carácter político mi participación en el movimiento estudiantil. Ahí participé en la creación del cordón La Reina, y posteriormente en el cordón Oriente de organización estudiantil”. Benjamín reconoce que en ese tiempo sus influencias eran más de tendencia anarquista, por lo cual  también él la reconoce como una participación más de tipo “territorial”, la cual consistía en el trabajo directo con los colegios y otros estudiantes más que en las asambleas nacionales. Reconoce participación de talleres populares, influenciadas mucho por la cultura Hip Hop, trabajando activamente con universitarios movilizados, lo cual el ve como su primer acercamiento con la política universitaria.
Cuando se toca el tema de la presencia de prácticas de represión institucionales al movimiento estudiantil, la respuesta de Benjamín es tajante: “Yo si creo que existen prácticas institucionales represivas tanto a la organización como al mismo movimiento estudiantil en Chile. Desde un principio se han visto de baja y alta intensidad de represión. Esto viene de parte de muchas instituciones. También creo que hay instauradas practicas represivas casi camufladamente desde la misma cultura, que protegen las lógicas del sistema que vienen penetradas por la ideología con el sistema educacional. Por lo mismo, represión en ese sentido he recibido en todas las instituciones que he estado, como también en la calle, las salas de clases, persecuciones, entre otras cosas.”.  Esclareciendo de esta forma que las practicas represivas están presentes en el movimiento estudiantil, son reales, vividas por el entrevistado de distinta forma y bajo el amparo de distintas instituciones.
Dentro de los actores represores presentes en cualquier tipo de movilización social, es esperable que exista siempre una contención predecible de agentes de resguardo frente al actuar ciudadano, como lo pueden ser los cargos directivos de distintas instituciones, la fuerza pública, el Estado, etc. Sin embargo, Benjamín señala que dentro del movimiento estudiantil existen agentes represores que causan mucha más sorpresa ya que son absolutamente inesperados y que su actuar represivo es mucho más directo, profundo e inmediato a las bases organizadoras del movimiento, los cuales son nombrados por Benjamín de la siguiente manera: “ la represión es dura, aún más cuando viene de quien menos te lo esperas, por ejemplo tus mismos compañeros, de tus iguales, que articulan imágenes de las personas, criminalizando, sin sustento de base, sin mociones en lo que hacen, eso de verdad duele. Porque te digan violento, mesiánico, duele porque uno sabe que no es así. Como también cuando las practicas vienen de parte de los mismos profesores, muchas veces me han dicho que si mi crítica es tan álgida, mejor ándate, toma tus cosas y ándate, y esa es una cuestión propia del sistema capitalista de libre elección, el cual queda de esta forma demuestra su naturaleza represiva.”
Cuando nos toca hablar del movimiento estudiantil en lo más ampliamente hablando, Benjamín también distingue una variedad de instituciones que ejercen actos represivos ante este. Benjamín es claro al identificar estas instituciones, y del impacto que estas generan en el movimiento en sí , como también en los actores y participantes de este: “ Bueno, sin duda alguna los medios de comunicación siempre juegan un rol activo en señalar a quien reprimir, generan distinciones en el movimiento en la misma calle, diciendo que aquí se puede ver como están en un sector los flaites, los sopaipillas, los artistas, los capuchas, los hippies, los violentistas, los raperos por aquí los punkies por otro lado. Estas divisiones para mi son actos de represión directa al segregar y querer distinguir a unos de los otros, el mismo actuar de ciertos partidos políticos, como por ejemplo las juventudes comunistas también reprimen ciertos segmentos de organización política como pueden ser los más radicales, y quizás muchos lo hacen inconscientemente siguiendo una política del mismo partido político en que participan, o siguiendo una actitud de masa de políticas vanguardista”. Es así como Benjamín deja en claro su crítica cierto grupo político, con el cual no comparte quizás los medios pero si algunos de los fines.
Por el lado de las instituciones que reconoce Benjamín que estarían tras las principales practicas represivas al movimiento estudiantil, el entrevistado demuestra gran lucidez también. Admite que hay algunas que siguen perpetuadas hace algunos años como otras practicas totalmente nuevas: “ Bueno. Así como en la del picado, yo le tengo rabia a tres. La primera es la ANI (Agencia Nacional de inteligencia), la cual es una continuación de lo que algún día se llamo la CNI, y lo que se hizo fue cambiarle de nombre pero seguir con las practicas de espionaje y control social. Por otro lado tenemos Paz ciudadana creada por el señor Agustín Eduwards, la cual está encargada de generar todo el aparataje intelectual para perpetuar la desigualdad, la represión , y la misma enajenación. Y por último tenemos a el diario El Mercurio quien son los que dan la línea a todos los medios de comunicación de masas y a toda la clase intelectual y oligárquica de este país, Para mi estas son las pesadas feas.” Es así como llegamos de igual forma a las experiencias personales que ha tenido nuestro entrevistado en el tiempo que lleva inserto en el movimiento estudiantil: “Bueno, igual yo tengo algo que decir, que es algo que viene desde la misma guata, a mi me han  sacado la cresta los pacos en la calle, igual que a muchos de nosotros. Otro acto represivo que a mi me causo gran impacto y me afecto mucho fue lo que me sucedió con un alto mando de la universidad Alberto Hurtado, donde estudio yo, todo esto en el momento en que estaban desalojándonos de la última toma de la Universidad. Resulta que este tipo, manda a tipos de fuerzas especiales de carabineros a detenerme a mi, siendo que yo me encontraba en la calle, como cualquier persona y digo que esta es una combinación de represión porque participo el aparato represor del estado en la calle y la represión de estos personajes que están apernados en la instituciones, en este caso demócratas cristianos que no sé de que tipo de demócratas estamos hablando que sin lugar a dudas lo que hacen es cuidar su trabajo, su imagen y sus relaciones personales, sus privilegios, y que quizás son cosas que pasan inconscientemente pero realmente son muy peligrosos estos tipos… Así los policías se referían a mi como “el Cabecilla”, y el directivo de la universidad me señalaba y pedía que me detuvieran.
A modo de conclusión, Benjamín nos presenta una opinión que nos hace mucho sentido con el tema tratado, lo cual nos presenta un análisis quizás un poco fugaz de la situación actual del movimiento como también de los mismos estudiantes: “ yo creo que lo más peligroso hoy en día es la criminalización del movimiento por parte de los medios de comunicación y la propaganda, como también la difusión del miedo hacia el actuar de los estudiantes y sus demandas, difusión del miedo hacia el caos como lo llaman ellos. Otro punto que es crucial también son las practicas de estratificación importantísimos como lo que ha pasado con las becas Junaeb, las becas alimenticias de los colegios, los infiltrados en las marchas, lo cual genera gran cansancio y desmoralización de los particpes del movimiento que en tanto tiempo de movilización existe y en gran cantidad. Ahora la criminalización de los capuchas por ejemplo o de las tomas, encuentro que es algo super ciego, no se saca nada criminalizando métodos, yo no soy metodista, ni violentista ni pacifista, yo creo que todo suma en este momento, y si criminalizan al capucha igual le están diciendo a la sociedad que lo criminalice desde el mismo movimiento, y eso es algo estúpido, el método no es lo concreto ni lo importante sino más bien lo que se busca, lo que se quiere, lo que se anhela”
De esta forma acaba la entrevista con Benjamín , la cual es el fiel relato de un estudiante que desde sus inicios de la enseñanza media ha sido un actor muy involucrado en el movimiento estudiantil, que ha recibido palos en la calle, persecución política, estigmatización social en su entorno, como también denigración de sus derechos como ciudadanos. Benjamín es como tu, como yo, como tu amigo, como tu hijo, y todo esto que él ha relatado lo ha experimentado por una convicción, y la siga de sus propios ideales.

Prácticas represivas vistas desde Carlos Pérez




Para analizar y describir las prácticas represivas que se dirigen hacia el movimiento estudiantil chileno, creemos necesario dejar en evidencia el carácter histórico de la situación que se vive hoy en día en nuestro país. Para esto, hemos decidido apoyarnos en las palabras de Carlos Pérez Soto y su descripción de la “tolerancia represiva” en la cual esta inmersa la sociedad nacional, para luego contrastarlas con algunas de las prácticas que identificamos en la actualidad.
Como explica el autor, en el periodo de dictadura se intentó ocultar todo tipo de ideologías distintas a las del gobierno militar, lo que se traducía en exclusiones a través de insultos y persecuciones militares, llegando incluso a declarar a algunos modos de vida como enemigos del Estado. Los medios de comunicación masivos fueron controlados y ocuparon un papel fundamental en el intento por poner bases  de una nueva manera de ser en el aspecto político, cultural  e ideológico.
Con la vuelta de la democracia la gente pasó de la intolerancia a la tolerancia, debido al éxito del modelo neoliberal, y se superaron los conflictos de ideas, formando así una “paz” con la libertad de optar y alejar los conflictos.
Es a partir de esto que el autor declara “lo que se ha creado no es la democracia que soñamos, sino un estado de tolerancia en que lo único relevante es la consolidación del modelo económico” (Pérez, 2000, p.166).  Pérez Soto afirma que la verdadera democracia no ha llegado, ya que lo que debieran ser espacios de participación masivos y críticos, propios de la democracia se han convertido en un espacio ficticio de tolerancia que sólo tranquilizan la conciencia y no logran ningún cambio efectivo. Para dar algunos ejemplos se refiere a el acto de la prohibición, el cual como acto no resuelve nada y sólo nos mantiene algo tranquilos, mientras por otro lado lo que es prohibido tiene problemas de base objetivos, como torturas, cesantía, drogadicción, violencia del Estado hacia el pueblo y apoyada por la prensa. La justicia que se ejerce a través de juicios sin sentencias efectivas y que evita buscar el verdadero castigo a los culpables, también nos tranquiliza haciéndonos parecer que todo estuviera en orden, cuando en realidad no lo está.
Cada día jóvenes y niños son enseñados con el doble sentido de las palabras, como la justicia que no es justicia, la democracia entendida meramente como la elección de algunos cargos públicos o la reconciliación como discurso conveniente.
Para Pérez Soto “la tolerancia imperante es represiva porque permite y fomenta la doble moral y, en cambio, ridiculiza y combate las perspectivas utópicas que aspiran a cambiar el mundo” (Pérez, 2000, p. 168). También la considera represiva abre espacios de una falsa buena conciencia además de falsas expectativas.
A partir de este escrito, vemos como en la actualidad se sigue reproduciendo esta falsa conciencia y tolerancia represiva, la cual es controlada por el Estado, con prácticas diarias que no sólo limitan el movimiento estudiantil sino también el vivir de la sociedad.
Un ejemplo donde podemos ver presente la tolerancia represiva de la cual habla Pérez Soto es la autorización, donde se debe esperar un permiso especial de parte del Estado para poder llevar a cabo una marcha estudiantil, de lo contrario, Carabineros de Chile enviados por el gobierno, se encargarán de disolver cualquier intento o señal de agrupación de personas que podrían llegar a marchar. Ejemplos como éste lo hemos visto en el presente movimiento social, siendo el más famoso el del día 4 de Agosto, día en que una gran marcha no fue autorizada. Y frente al primer indicio de reunión callejera la institución de Carabineros actuó dispersando a la multitud.



Otro ejemplo de la tolerancia creada, son las reformas que intentan los gobiernos de turno, como la inclusión de mayor número de becas, las que si bien pueden ayudar en cierta medida en casos específicos e inmediatos, no cambian para nada la condición de la educación chilena y menos el sistema económico, que claramente favorece sólo a algunos. En el caso particular del movimiento estudiantil actual, el presidente Piñera ofreció el acuerdo por la educación GANE, el que también cumple con lo recién mencionado.






Referencia
Pérez, C. (2000) Sobre la condición social de la psicología. Ediciones LOM, Santiago, Chile.

lunes, 17 de octubre de 2011

La violencia

Para hacer un análisis sobre la violencia ejercida a los jóvenes en las marchas por la educación estudiantil en Chile, primero nos es indispensable que podamos responder a la pregunta ¿qué es la violencia? Es por esto que la siguiente entrada tiene por objetivo principal el introducirnos en torno al tema de la violencia, siempre visto desde el punto de los jóvenes, el por qué criticamos su uso, cual es la relación que tiene con el poder y por qué se ha vuelto indispensable su práctica en las marchas. Para responder a estas interrogantes nos ayudaremos con los textos de Hannah Arendt como respaldo teórico y como respaldo práctico ocuparemos relatos extraídos de redes sociales.
Entenderemos la violencia como un proceso, puramente instrumental, el cual siempre necesita herramientas para llevarse a cabo y que cuya sustancia está regida por la categoría medios-fin, “cuya principal característica, aplicada a los asuntos humanos, ha sido siempre en la que el fin está siempre en peligro de verse superado por los medios a los que justifica y que son necesarios para alcanzarlo” (Arendt, 2005, p.10).Es decir, la violencia es un medio instrumental dirigido a un fin en específico y su uso se justifica (nunca se legítima) entre más se acerca al fin propuesto.
La violencia utiliza herramientas que no siempre están relacionadas a situaciones bélicas, un ejemplo de herramienta es la manipulación, que puede en situaciones de coacción física, de la tortura o del hambre como también en persuasores ocultos entre ellos podemos encontrar la televisión, la publicidad y cualquier otro medio psicológico al cual se pudiesen ver sometidos los hombres.
A continuación colocaremos algunos ejemplos donde se puede observar el uso de violencia a los jóvenes:




{IMAGEN http://www.gamba.cl/wp-content/uploads/2011/05/paulina-rubilar-300x300.jpg}

El primer caso que observaremos es el de Paulina Rubilar, joven quien recibió un impacto directo de una lacrimógena en su rostro. En este caso es el uso de fuerzas especiales de carabineros la herramienta que utiliza la violencia, que por fin tuvo en ese momento, el dispersar la marcha. A continuación una declaración de la estudiante luego del suceso.



Otro ejemplo que podemos utilizar es la prohibición, por parte del gobierno, del derecho constitucional de libre expresión teniendo el mismo fin que el uso de violencia anterior.




Ahora, ¿Por qué es necesario el uso de violencia?
“El poder siempre necesita de un número, mientras que la violencia, hasta cierto punto, puede prescindir del número porque descansa en sus instrumentos” (Arendt, 2005, p. 57) El bajo apoyo al gobierno chileno de parte de solo un “Un 30% que aprueba ahora su gestión” (Encuesta: evaluación de gestión de gobierno, 2011, p. 4) hace que el uso de la violencia se haya vuelto indispensable pues no es plausible el uso de poder si es que no se tiene una masa o grupo de gente a disposición para que se le aplique este poder.
Criticamos el uso de violencia porque, como dijimos anteriormente, en ni un caso el uso de este puede ser legítimo y en segundo lugar, porque este excesivo uso de violencia puede hacer desaparecer al poder por completo, en palabras de Arendt “el clímax del terror se alcanza cuando el estado policial comienza a devorar sus propios hijos. Y este es también el momento en que el poder desaparece por completo. (2005, Pp. 76-77).

Referencias

· Arendt, H. (2005) Sobre la violencia. Alianza editorial, Madrid.
· Encuesta: evaluación de gestión de gobierno. (2011) Extraído el 17 de noviembre desde http://www.adimark.cl/es/estudios/documentos/0_9_ev_gob_sept2011_.pdf

Represión política y criminalización de los jóvenes en el movimiento estudiantil


El problema psico-social que hemos elegido para la realización de nuestro trabajo se basa en la “Represión política y criminalización de los jóvenes en el movimiento estudiantil”.

Esta represión y criminalización la vemos reflejada en prácticas que se llevan a cabo para coartar una manifestación que es legítima, afectando e impactando directamente en las creencias, valores e ideales de los estudiantes, tanto secundarios como universitarios y que en este trabajo particularmente, los consideraremos, en su conjunto, como el grupo de influencia. No podemos dejar de mencionar que lo anterior también perturba a la sociedad en su conjunto, la cual hoy sale a las calles para pedir ser escuchada y construir desde abajo otra realidad.

Las acciones emanadas para frenar el movimiento estudiantil provienen de múltiples actores, aunque, más claramente, desde un conjunto de instituciones que resguardan el estatus quo en política educativa en primera instancia, y, de forma “secundaria”, como eje estratégico de la reproducción ideológica. Podemos identificar algunas como los medios de comunicación, el empresariado, el estado (dentro de él se encuentra la Institución de Carabineros), el gobierno (junto al presidente y cada ministerio).

Es necesario tener en cuenta que el análisis se enmarca dentro de un curso de acción que llamamos represión, el cual busca “mantener un tipo de criminalidad dentro de límites que sean social y económicamente aceptables y al rededor de una media que se considere, óptima para un funcionamiento social dado” (Foucault, 1978, p. 20). Desde esta figura, debemos distinguir entre mecanismos disciplinarios y dispositivos de seguridad, el primero, desde lo permitido y lo verdadero, se traduce en lo legal o jurídico, el segundo, en el cálculo de costos entre lo optimo y lo aceptable, margen en donde se mueve la sustentabilidad del actor que lleva a cabo la acción represiva (Foucault, 1978). Lo anterior, podemos verlo expresado en las prácticas utilizadas durante el casi medio año que han durado las movilizaciones, (si bien, podemos clasificarlas según los dos ejes anteriormente expuesto, debemos esclarecer que estos son tipo ideales, por lo tanto, existe la posibilidad de que compartan ambos campos) como la modificación a la ley que ampara el orden público, criminalizando las tomas, el corte de tránsito, la capucha en la marcha, etc., los desalojos producidos tanto a Ministerios como a Colegios con diferentes formas de ingreso económico, el bloqueo de la tarjeta Junaeb, la suspensión de entrega de alimentos (minuta completa: desayuno, almuerzo y once), infiltrados en las tomas y marchas, la criminalización de la lucha a partir de la manipulación de la información entregada desde los medios de comunicación de masa más “tradicionales”, de la mano de lo anterior, se encuentra la campaña realizada por los mismos para que el propio ciudadano asistente a la manifestación reprima a otro que se manifiesta, para que frenaran los actos “vandálicos”, la mesa de diálogo que se intento levantar últimamente, entre otras.